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8 alimentos que deberías almacenar correctamente en la cocina

Los errores pueden afectar a la calidad y la duración de una variedad de productos alimenticios.

Grupo de productos no perecederos

Getty Images

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La duración de los alimentos puede depender del lugar donde se los guarda o almacena. Mantener los alimentos a la temperatura adecuada puede ayudar a preservar la calidad y frescura. Lo mismo ocurre si se protege a los alimentos de la exposición al aire, el calor, la humedad e incluso, la luz solar.

Cuando se trata de la comida hay una gran diferencia entre los problemas de calidad y los de seguridad. Alimentos que pueden parecer perfectamente comestibles podrían hacer que te enfermes si contienen un patógeno como la salmonella o la listeria, mientras que los alimentos caducados o en mal estado no necesariamente podrían causar algún daño.

"Sin embargo, no recomendamos el consumo de alimentos en mal estado, por supuesto", dice Meredith Carothers, especialista en información técnica del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA). "Pero [las bacterias que causan el deterioro] en realidad no actúan de la misma manera que las bacterias que provocan enfermedades que se transmiten a través de los alimentos. Las bacterias que provocan este tipo de enfermedades no alteran la comida: no puedes saborearlas, verlas ni olerlas. Sin embargo, es posible que te enfermen".


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Consultamos las pautas de almacenamiento de alimentos del USDA y hablamos con William Lendway, chef y profesor adjunto de la Johnson and Wales University (una universidad cuyos títulos especializados incluyen las artes culinarias y la seguridad alimentaria) para identificar los errores más comunes que cometen las personas cuando almacenan los alimentos en casa y que pueden afectar la calidad y reducir su vida útil. Echa un vistazo.

1. Dejas el aceite de oliva junto a la estufa

Los aceites saludables para el corazón, como el de oliva, que tienen menos grasas saturadas, son más susceptibles a volverse rancios, lo cual puede provocar un olor desagradable y un aspecto turbio. La exposición al calor acelera el proceso de degradación, al igual que la exposición a la luz y al aire.

Para mantener la calidad, guarda el aceite de oliva en un recipiente opaco y bien cerrado dentro de un armario, lejos de la estufa u otra fuente de calor. Según el USDA, un envase de aceite de oliva, una vez abierto, puede durar de tres a cinco meses si se almacena en la despensa de forma adecuada. Si optas por guardar el aceite de oliva en el refrigerador, se solidificará y tendrá que alcanzar la temperatura ambiente antes de que puedas medir la cantidad para cocinar.

2. Guardas el café en la despensa

A temperatura ambiente, el café pierde calidad rápidamente. Cuando se muele, el café tiene una superficie muchísimo mayor, lo que hace que su calidad se degrade aún más rápido. Guarda el café molido en un recipiente hermético en el congelador con el fin de minimizar la exposición al aire, la luz y la humedad. Saca el envase del congelador por poco tiempo, solo para medir la cantidad que necesites.

El USDA estima que la vida útil en la despensa del café molido tras su apertura es de dos semanas, un mes en el refrigerador y hasta un año en el congelador.

3. Cortas las frutas y verduras con antelación

Prueba la aplicación FoodKeeper

El USDA ofrece una aplicación móvil gratuita para usuarios de Apple y Android (en inglés) que proporciona información sobre la mejor manera de almacenar más de 400 alimentos y bebidas. También destaca consejos de cocción para diferentes tipos de carne, muestra los últimos alimentos retirados del mercado, y da la opción de registrar tus compras y recibir notificaciones cuando los alimentos estén a punto de caducar. También puedes examinar en línea el catálogo de alimentos de la aplicación FoodKeeper aquí (en inglés).

La fruta que viene cortada en trozos y las ensaladas en bolsa son prácticas, admite Lendway, pero una vez que se corta una fruta o verdura, empieza a degradarse y su calidad disminuye. Lo ideal para conservar la frescura es esperar a cortar las frutas y verduras hasta justo antes de consumirlas.

"Cortar una cebolla fresca es algo maravilloso, hermoso", dijo. "Y si cortas esas cebollas, las guardas en el refrigerador durante tres días, bien tapadas, y las vuelves a sacar, se pueden comer sin problema. Pero cuando las abres, tienen algo de olor a azufre. La calidad se degrada continuamente".

4. Pones el pan en el refrigerador

Es mejor que guardes el pan fresco en el congelador si no vas a consumirlo en un par de días. Si se deja a temperatura ambiente, puede desarrollar moho, dice Lendway, y si se guarda en el refrigerador, puede secarse y ponerse rancio. Sin embargo, el pan duro todavía se puede aprovechar, ya que puedes utilizarlo para hacer relleno, crutones o pan rallado, añade. Según el USDA, el pan integral en rebanadas puede durar de tres a cinco días en la despensa, pero congelado se mantendrá fresco durante tres meses.

5. Guardas las especias en un armario

Las especias no se estropean como la leche, por ejemplo. Más bien, el sabor y el aroma de tus especias pueden empezar a desvanecerse con el tiempo debido a la exposición al aire, el calor y la humedad. No obstante, consumirlas sigue siendo seguro. Las especias enteras duran más en la despensa (de tres a cuatro años) que las molidas (de dos a tres años), según la opinión del USDA. La excepción es la sal, la cual, de acuerdo con el fabricante de especias McCormick, durará por tiempo indefinido.

Lo básico de la seguridad alimentaria

  • Limpiar: lávate las manos y limpia las superficies con frecuencia.
  • Separar: no lo pongas juntos para evitar la contaminación.
  • Cocinar: cocina a la temperatura adecuada, comprobándola con un termómetro de cocina.
  • Enfriar: refrigera rápidamente.

Fuente: USDA (en inglés)

Conserva el sabor y el aroma de los condimentos, sobre todo de los que no usas a diario, guardándolos en bolsas con cierre en el congelador, recomienda Lendway.

6. Tiras la miel demasiado pronto

La miel tiene una duración de dos años en la despensa, según cálculos de USDA, aunque algunas personas se deshacen de esta antes por un motivo equivocado. Cuando la miel pierde humedad, se cristaliza, lo que provoca un aumento de la concentración de azúcar. Esto puede ocurrir cuando el frasco no está bien cerrado, o cuando permanece en el estante sin usar durante demasiado tiempo. Pero, según el USDA, esto no es una señal de que la miel se haya echado a perder y no sea segura consumirla. Para recuperar la miel cristalizada, turbia o solidificada, calienta el frasco en el microondas o en una olla con agua caliente para derretir los cristales.

7. Guardas el arroz cocido demasiado tiempo

El arroz puede contener Bacillus cereus, una bacteria resistente al calor que puede sobrevivir al proceso de ebullición. Cuando el arroz se enfría, el germen puede salir de su cáscara y crecer en el arroz, incluso a temperaturas de refrigeración. Después de unas 48 horas, el arroz debe tirarse o congelarse.

Aunque hay una variedad de alimentos que pueden portar la bacteria, la enfermedad se relaciona con mayor frecuencia con los granos de almidón mal refrigerados. Los síntomas pueden incluir diarrea, náuseas y vómitos, y duran unas 24 horas.

8. Guardas la harina en la despensa

A menos que seas un ávido panadero, probablemente no gastes mucha harina. También es probable que guardes la harina en un armario de la cocina, lo cual reduce su vida útil. La harina blanca dura de seis a ocho meses en la despensa después de abrirla, dice el USDA, pero un año si se refrigera después de abrirla. La harina de trigo dura entre seis y ocho meses si se refrigera después de abrirla, aproximadamente el doble de tiempo que si no se refrigera.

Lendway afirma que las principales empresas alimentarias con las que ha trabajado van un paso más allá y guardan sus harinas integrales en un congelador antes de enviarlas a las tiendas minoristas para mantener su frescura. Para guardar la harina en el refrigerador o el congelador, recomienda sellarla en un recipiente hermético con el fin de bloquear la humedad y evitar la absorción de olores.

Consejos para no desperdiciar la comida

Lendway, que también es dietista titulada, señala que las personas pueden tener dificultades para mantener el apetito y comer de forma saludable en la vejez. La capacidad gustativa y olfativa puede deteriorarse con la edad, los problemas dentales tal vez afecten la masticación y es posible que ciertos medicamentos y enfermedades disminuyan el apetito. Es muy difícil cuando se come solo. "Es muy difícil cocinar para uno solo en lugar de dos personas, o tu familia", dice.

Una posible solución: si compras un ingrediente en grandes cantidades o simplemente tienes demasiado de un artículo en tu cocina, recomienda compartirlo con otros.

"Es bueno pensar en colaborar con tus amigos, familia, invitar a alguien a cenar o ir a su casa. Sería bueno que las personas se esforzaran por socializar, para que podamos acabar estos artículos y no tener que guardarlos en el estante tanto tiempo", dijo Lendway. "Así que esta idea de compartir una comida con los amigos o la familia —cuando la COVID nos permita reunirnos de nuevo— es una práctica muy saludable para la mente, el espíritu y el cuerpo. A menudo, comemos mejor cuando estamos con otras personas".

Alimentos que duran más de lo que crees

Aaron Kassraie escribe para AARP sobre asuntos de importancia para los veteranos de las Fuerzas Armadas y sus familias. También es reportero de temas generales. Anteriormente, Kassraie cubría temas de política exterior de EE.UU. como corresponsal en la oficina de Washington de Kuwait News Agency y realizaba trabajo de captación de noticias para USA Today y Al Jazeera English.